miércoles, 27 de junio de 2007

(la tarde licúa todo)

I.
me miro el fémur, el lado derecho y es constante

me doy cuenta
la piel se me mete entre los músculos y la mugre
la sangre y los restos lípidos

las uñas hace tiempo comidas clavadas en el pubis

las arrugas prematuras en los pliegues de la carne
las cicatrices recientes


me doy cuenta pero no me acuerdo

creo
los pelos nacientes debajo de la rodilla
las axilas sucias, el lunar debajo del seno
el izquierdo

los líquidos internos con olor a muerte

II.
me parece que me falta algo y se me olvida

tal vez
otros flujos

me faltan líquidos inenarrables
peor que la pudredumbre, que la leche


agua de mar me falta con la sal cicatrizante y sucia.

III.
cerca del desmayo, de la pocilga, del hambre
se recuesta la mancha/ de mi brazo derecho/ tocando las baldosas.

todo está ligeramente húmedo.

todo un poco curvado
el brazo/ el suelo / las sombras borroneadas sobre el frío,

el sol pudriéndolo todo


incluso el océano en este patio.

martes, 26 de junio de 2007

las palabras como piezas y la efectividad de los títulos largos

las piezas están metidas en los casilleros a la fuerza

se mueven pero despacio y en el medio
exactamente en la mitad del juego hay un punto
(el espacio del agonismo imparcial, de la pura violencia)
donde el caos desarma las posiciones
y las reglas no se están cumpliendo

en ese punto
los caballos comidos son parte del juego

y todo se desbarranca.


ese punto es un momento en la lectura de un silogismo.

viernes, 22 de junio de 2007

domingo por la tarde en una plaza interior día y de madera

Y en el medio el espartajo
la miel derramada por los pliegues
por los intersticios de la tela del mantel está la leche


y las hormigas

se están llevando las migas soleadas por las cortinas cuadrillé
los insectos están insolados
y se van achicharrando las frutas secas
las nueces rotas

flotando sobre el esperma derramado

las notas rueces


y el sol.